sábado, 22 de diciembre de 2012

Una elefante se columpiaba sobre mis pestañas


Seamos sinceros, independientemente de la historia, ¿a quién no le gustó el look de las chicas Sucker Punch? (¡¡¡¡hombres del mundo, yo sé que les agradó!!!),



A decir verdad, esta película me llamó la atención por dos razones, la primera, por la estructura tan interesante del guión (el llevar tres historias paralelas en un mismo guión no es sencillo de manejar) y las pestañas tan largas de las protagonistas.

Y es que ¡mírenlas! ¡son anormalmente largas!
Por supuesto, las mismas actrices confiesan en una entrevista que no sólo usaron pestañas postizas, sino que usaron muchas capas de pestañas postizas para lograr ese efecto.

Pero por desgracia una no siempre tendrá ni el tiempo ni el dinero como para colocarse pestañas postizas todos los días. Pero lo que sí se puede hacer, es realizar una pequeña inversión para cuidar las que ya tengamos. (Aunque sean escasas y cortas).

¿Porqué es importante? porque no podemos negar que unas largas pestañas es lo que le otorga el toque final a una sombra y a un delineado perfecto. De hecho, entre más largas y curvas, más grandes y abiertos se verán nuestro ojo. Y entre más grandes se vean más expresivos y dramáticos suelen lucir.

¿Para qué sirven las pestañas?
Antes que nada, hay que saber que nuestras pestañas, así como cualquier otra parte de nuestro cuerpo cumplen una función específica. En este caso, las pestañas sirven para proteger al ojo de polvo, basura y otras partículas que se podrían encontrar en el aire.
Son pequeños "pelítos" extremadamente sensibles a lo que las toque, de hecho, si esto llegara a suceder, el ojo automáticamente se cierra impidiendo la entrada de agentes extraños. Son como...digamos, "los guardias de la entrada" de nuestros "oclayos".
Las pestañas de arriba tienden a ser más numerosas que las de abajo, (pueden llegar a contener más de 100 pestañas).
Y (aquí llega el punto que nos incumbe) una pestaña tarda entre 7 y 8 semanas en crecer.* (ojo con este dato)

Aprenda cómo descuidar de sus pestañas en 3 sencillos pasos
Existen un sinfín de técnicas para HACER que las pestañas SE CAIGAN. Esto es de lo más común:

Primeramente, es un error tallarse los ojos con fuerza, ya que esto tiende a arrancarlas.

Segundo, es también muy común dejarse la mascara o el rimel puesto (al dormir o todo el día) y sobre todo si es a prueba de agua, esto tiende a resecarlas y acelerar su caída. En mi experiencia, las pestañas se vuelven frágiles y secas.

Y tercero, (y relacionado con el punto anterior) es también muy usual usar mascara todos los días, y como se ha mencionado antes, esto tiende a secarlas a largo plazo, por ello recomiendo descansar dos días a la semana y darles un tratamiento especial por las noches y fines de semana. (RECUERDA QUE LAS PESTAÑAS SON MUY MUY FRÁGILES)

A continuación, les daré algunos consejos para hidratarlas, ya que como cualquier cabello, las pestañas necesitan también de una "crema hidratante para peinar".

Alargando el asunto
En realidad, hasta ahora no he encontrado, crema, mascara o tratamiento que te "alargue" para siempre las pestañas, por lo general, las mascaras lo único que hacen es dar la ilusión de que tus pestañas son más gruesas coloreando las puntas (casi imperceptibles) de negro, pero el efecto se desvanece una vez que lo retiras.
He escuchado que existen tratamiento como "Daba Lash" o "Lasher" que te prometen pestañas más largas porque trabajan con la raíz. Sin embargo, estos productos son costosísimos.



Los invito a que ingresen a sus páginas oficiales para que comparen precios.

Realizando una búsqueda por Internet y leyendo los comentarios de algunas personas, existen mascaras naturistas (como ByApple por ejemplo) que nutren tus pestañas a la vez que cumplen la función de rimel, sin embargo, los resultados no son inmediatos.

Las mascara "Apple" son económicos, ya que su precio varía entre $15, $20 
y hasta $30 pesos y son naturistas.

No obstante, preguntando en una tienda de cosméticos, encontré una crema que he estado utilizando por tres semanas seguidas a diario y que me ha hecho llegar a una nueva conclusión:
El secreto está en retrasar lo más posible la caída de las pestañas ya existentes, para que cuando crezcan (dentro de 8 semanas) las nuevas, tengamos muchas más y se vean más numerosas. HE AQUÍ LA CUESTIÓN.

¿Cuál es esta crema? pues resultó ser una BOMBA de hidratantes y aceites empleados por nuestras abuelas desde tiempos remotos.

Se llama "Pestañol", me costó $70 pesos, y de acuerdo con el portal de "Sinergia Natural", sus ingredientes son y funcionan de la siguiente manera:


"Aceite de Mamey: Contiene carotenos, vitaminas A y B, y ácidos grasos. Actúa como emoliente, nutriente y suavizante. Aplicando ligeramente en cejas y pestañas, favorece el pelo de ésas áreas, fortaleciendo las pestañas y ayuda a su crecimiento.
Aceite de Almendras: Es un aceite ligero de fácil absorción que actúa como emoliente, muy nutritivo, especialmente rico en vitamina E, ayudando a balancear la pérdida y absorción de humedad gracias a los ácidos grasos que contiene, hidratando las fibras capilares.
Aceite de Aguacate: Hidratante natural, se absorbe muy rápidamente, el aceite de aguacate tiene un poder regenerante y reestructurante, estimulando el cuero cabelludo, protegiendo y reparando las fibras capilares evitando su caída.
El aceite de aguacate se compone alrededor de un 85% de glicéridos de ácidos grasos insaturados, incluyendo glicéridos del ácido oléico y glicéridos del ácido limoléico (640%) su gran capacidad de absorción y porcentaje de vitaminas A, E, D y F le confieren propiedades cosméticas como nutritivas, reparadoras y emolientes.
Aceite de Ricino: Contiene fósforo, magnesio y potasio, además de vitamina B, aplicado en el pelo es un excelente brillantina, fortalece las fibras capilares. Por esta misma cualidad, en cosmética se utiliza para añadirlo a las máscaras de pestañas.
Vitamina E: Excelente antioxidante, bloqueador de los radicales libres. La vitamina E es fácilmente absorbida a través de la piel, dando un efecto humectante a la capa cornea, retardando la pérdida de agua a través del estrato corneo."

Lo he aplicado TODAS las noches por tres semanas, y hasta ahora no he visto que mis pestañas sean más largas ni más numerosas, sin embargo, he notado que no se me ha caído ni una sola, y que a la hora de utilizar el enchinador de pestañas y aplicar la mascara, son más resistentes y se mantienen arriba con más fuerza y durante más tiempo.

Ahora, retomando el asunto de "una pestaña tarda entre 7 y 8 semanas en crecer." Es probable que lo que haga esta crema, es retrasar la caída de estas pestañas y cuando las nuevas salgan a la luz, estas que cuido con esta crema aún estén vivas. Me parece que así funciona la cuestión.

Dime cómo te enchinas las pestañas y te diré cuan largas se ven
Sin embargo, existe también otro punto igual de importante para "alargar las pestañas": el saber enchinarlas.

La mayoría de la gente las introduce en la ranura del aparato y presiona: craso error.
Para que esto funcione, el aparato debe prensar las pestañas HASTA EL FONDO, para que las pestañas se tuercen hacia arriba.

Para mayores informes, les recomiendo que vean el siguiente tutorial, el cuál resultó ser verdadero, y muy útil. En mi experiencia, mis pestañas se vieron un 50% más largas usando el enchinador como aquí se describe:


Al final de la pestaña...
En conclusión son dos los elementos importantes a cuidar a la hora de la hora:
el número de las pestañas y el uso apropiado del enchinador.

Siguiendo los cuidados anteriormente descritos, probablemente notaremos algunos resultados, pero eso sí, como todas las cosas del cuerpo necesitaremos tiempo, cuidado, constancia, dedicación y MUCHA PACIENCIA para verlos.

Así que, quizá no tengamos pestañas lo suficientemente fuertes como para sostener un copo de nueve en ellas como BabyDoll, pero al menos insistiremos en cuidarlas mucho más a partir de ahora.


jueves, 20 de diciembre de 2012

Los Zapatos del Terror


Es muy usual ver a varias mujeres en la calle usando zapatos de tacón de la forma más natural. De hecho, no es nada sorprendente ver a un gran número de mujeres caminar "cómoda y sensualmente" con estos zapatos.
En las películas, en la televisión y en al vida diaria es normal.
Vemos no sólo a las modelos, sino hasta algunas de nuestras amigas caminar como si nada con ellos. Caminan con tanta confianza que pareciera como si trajeran pantuflas puestas.

Y digo...¿Quién se ve mal con un par de buenos zapatos de tacón?













Pero créanme o no, no es NADA sencillo empezar a caminar con zapatos así. O por lo menos no lo fue en mi experiencia.

Para aquellos que me están leyendo y que JAMÁS se han probado estos lindísimos aparatos de tortura, permítanme describírles cómo es esta experiencia:

La puesta rápida e indolora
Una vez que has encontrado los zapatos que te gustan y te enamores de su color, su textura y quizá de su altura, y después de haberte quitado tus cómodos tennis, introduces tu pie en él y ¡Oh por Dios! está ligeramente frío (por ser nuevo, claro está) y cuando tu pie llega hasta el fondo de zapato comenzarás a sentir un leve "recogimiento" ya que la forma de la mayoría de los zapatos terminan en punta, por lo cual hace una ligera presión sobre tus huesos del empeine y tus dedos.

 Al fin, levantas tus piernas para vértelos puestos y lucen muy bien...¡todo está perfecto!, entonces decides ponerte de pie...
En primer lugar el peso debe ser distribuido lo más uniformemente entre el talón y la parte delantera (y carnosa) de la planta.
Al inicio sentirás que te pones derecha de repente, y que te ves forzada a ver hacia adelante (y no hacia abajo). Y una vez que logras que tus pies toquen el suelo con equilibrio, ahora...es tiempo de caminar.

Si has visto algunas películas donde haya mujeres con tacones, tendrás una idea de como hacerlo: primero el talón y luego la punta. (Es en este momento cuando oyes el famoso "taconeo" ocasionado por el tacón golpeando el suelo) pero si eres novata como yo lo fui, te costará trabajo mantener el equilibrio con el uso de tacones por la falta de apoyo en el pie y sentirás que te caes de boca.

Una vez que logras caminar con ellos, todo parece marchar bastante bien, e incluso podrías pensar que usar tacones no es tan malo, así que decides llevártelos puestos y andar por donde sea con el calzado puesto.
Pero ¡oh sorpresa! empiezas a notar que en algunas superficies del suelo te cuesta más trabajo apoyar el pie correctamente como pro ejemplo en pavimento o cemento, donde el pie tiende a realizar un mayor esfuerzo y no tiene el "agarre" adecuado. En estas superficies notarás que tus tobillos (que no tienen aún la suficiente fuerza muscular) se doblan con facilidad cada 5 minutos si no los pones firmes. Si hay adoquín, notarás que tus preciosos tacones de aguja se atoran y tus tobillos se doblan, y si pisas pasto...creerás que te hundes y tus zapatos terminarán sucios. Y a largo plazo, este tipo de superficies tienden a desgastar las tapas de los tacones y comenzarás a ver como la textura plástica de las mismas comienza a deformarse. (Si lo notas, ve a cambiarlas con tu zapatero más cercano ya que puedes resbalarte*.)

Las tapas de los tacones deben cambiarse por seguridad cada 
dos meses de preferencia para no resbalarte


Pero aquí no acaba el relato...a los 40 o 50 minutos notarás que algo arde en tu pie...la parte delantera de la planta comenzará a quemarte con un dolor que no creías posible: eso es porque tu suave pielecita, acostumbrada a no estar "presionada" está sufriendo. Eso es porque no está recibiendo la oxigenación adecuada porque esta presionada todo el tiempo y porque está recibiendo la mitad del peso de tu cuerpo. Así que...no aguantas los pies.

Suponiendo que te quitas los zapatos y decides dejarlos en casa para colocarte unas cómodas y suaves pantuflas. Al día siguiente, sentirás los tobillos adoloridos, y las plantas destrozadas, rojas y despellejadas.

Señoras y señores, estas serán las primeras sensaciones que tendrán al probarse unos zapatos de tacón.
DOLOOOOOR

He de decir que yo desistí por 5 años de usar tacones por miedo a volver a sentir estas molestias. De plano me negué a usar estos zapatos porque no quería que me dolieran los pies.

De hecho, mi primera experiencia al probarme unos tacones fue igual de traumatizante, ya que mi padre (y las señoritas de la zapatería) se burlaron de mi forma de caminar al probarme por primera vez en mi vida unos tacones.


Sí, me sentí como Bambi aprendiendo a caminar.

Sin embargo, años después, comprendí que el usar este tipo de zapatos tenía sus beneficios:
Pensé que me vería más alta si los traía puestos, y que por más elegantes que fueran unos botines bajos, jamás darían la misma presencia (elegancia) que unas botas con tacones.


Siempre usé botines al ras del suelo.

Así que un buen día y con el dinero de mi primer sueldo, me decidí por comprarme unas botas de tacón bajo e hice el firme propósito de aprender a usar tacones de una vez por todas.

Desde luego, no me fue nada fácil,  ya que mi hueso estaba acostumbrado a estar al ras del piso, la piel de mi planta era aún demasiado sensible, y mis tobillos eran muy débiles y se doblaban con facilidad. Sin embargo, seguí intentando. Me di cuenta que si me concentraba en mis actividades el dolor sería casi imperceptible.

Pero tenía otro mi truco eficaz: usaría esas preciosas botas cada dos días para repartir el dolor y el esfuerzo.
Al inicio funcionó, ya que mi cuerpo descansaba por un día, pero algunas semanas después noté otro extraño síntoma: me comenzaron a dar dolores muy extraños en el estómago.

Eran dolores cerca del intestino, y entonces pensé que quizá serían a causa de una indigestión.
Pero resultó ser que eran ocasionados por los zapatos que estaba empezando a usar.
Por más extraño que parezca, estaba haciendo fuerza en el estómago al caminar y mi abdomen terminaba adolorido después de varias horas.
Así que decidí descansar un poco más hasta que el dolor de estómago desapareciera.



La verdad es...que el cuento no termina aquí. Mi aprendizaje aún no termina y creo que aún me falta mucha práctica para poder dominar este tipo de calzado.
Pero si algo he de decir es que si te animas a usarlos, te recomiendo empezar con botines bajos e ir repartiendo poco a poco dejando dos o tres días de descanso.
En las noches, coloca un poco de crema en las plantas de tus pies y practica andar de puntitas por 5 minutos todos los días para acostumbrar a tus tobillos y plantas a distribuir el peso de tu cuerpo correctamente y fortalecerlos. (Como hacer ejercicio)
¡Verás que poco a poco lo lograrás!

Así que...
Mucha suerte a todas las que comiencen por este camino, recuerden que quizá no seamos como Sayuri usando casi zancos, pero poco a poco aprenderemos a dominar el dolor hasta que nuestros pies se acostumbren a este paso.






¿Porqué superficial y terrible?


Qué tal estimados amigos.

En primer lugar ¿porqué he creado este blog llamado "Superficial y terrible"?
Quizá algunos piensen "no se le ocurrió un nombre mejor", o dirán otros "estás de vacaciones y bastante aburrida". Pues ¡no!

He decidido crear este blog dedicado a la imagen personal.
Si, sí, es difícil abordar un tema el cual muchos sabemos que está ya más que "abordado" por gurús del maquillaje en Youtube y otras chicas "expertas" en eso.

Pero yo les daré mi punto de vista con críticas, anécdotas, experiencias provenientes de una persona a la que le "chocaba" esto del cuidado personal, el maquillaje y la moda, y -déjenme aclarar- sigo aprendiendo.

Permítanme explicarles el porqué.
Hace algunos años, sinceramente no le daba tanto cuidado a mi persona.
No fue sino hasta los 16 años cuando me depilaron por primera vez mi cejas (en contra de mi voluntad y con cera), no acostumbro usar tacones, (sino hasta hace muy poco tiempo), y no uso sombra para ojos.
Estudié Comunicación en la Máxima Casa de estudios y para mí desde luego lo más importante en cualquier persona es su mente, su actitud, su inteligencia y su forma de resolver los problemas.

Debo decir que fue gracias a mi madre (y en parte a mi hermana) que empecé a adentrarme un poco en esto de la (no digamos "belleza y mundo de la moda") si no del cuidado y la imagen personal.
Por otra parte, uno en sí se ve forzado a dar una buena apariencia cuando obtiene su primer empleo y estás bajo el escrutinio de muchos ojos de clientes, jefes y compañeras o compañeros de trabajo que te califican y juzgan todo el tiempo.
A partir de entonces, me di cuenta que no podía vestirme con una playera polo y unos jeans.

Por desgracia, vivimos en un mundo donde constantemente estamos siendo calificados no por lo que somos internamente, sino por las primeras impresiones que damos, las cuales, por desgracia no podemos cambiar.

¿Les ha tocado estrechar la mano de una persona recién bañada, que huele muy bien? ¿no es muy agradable?

Bueno muchachitos, pues bienvenidos al mundo del cuidado y la imagen personal donde nada es lo que parece...

Los invito a quedarse conmigo para leer la historia de terror llamada "Los Zapatos del terror" ¡no se lo pueden perder!